LA CONFESIÓN DE UN MORIBUNDO

    El chiste es de un hombre que en su lecho de muerte, llama a su mujer con voz ronca y débil, para decirle:

    —Se que ha llegado mi hora de rendir cuentas, así que quiero hacerte una confesión...

    —No, no digas nada, no debes hacer ningún esfuerzo... —Dice ella.le dados: 

    —Es preciso que hable para poder morir en paz...—Insiste el Marido

    —Y yo insisto en que debes callar y estar tranquilo...

    —En caso de no poder hacer esta confesión, mi alma vagaría eternamente sin obtener la paz...

    —Está bien... si así lo quieres, ¡habla! —dice la mujer conforme con la decisión del moribundo

    —Mi vida ha sido muy promiscua, tanto que he tenido relaciones con tu mejor amiga... con tu hermana... con tu mamá...

    —¡Lo sé, lo sé! —Dice indignada la mujer— ¡POR ESO FUE QUE TE ENVENENÉ DESGRACIADO...!!!

Aporte de JOSEPHINE 

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