El médico luego de practicarle todos los exámenes de rigor, de una manera muy respetuosa le dice:
—Don Serapio, a pesar de sus 85 años se mantiene con una salud física envidiable. Pero ¿como está su salud espiritual? ¿como están sus relaciones con el Creador?
—Aunque usted no lo crea doctor —responde don Serapio—, Dios no me abandona nunca; con decirle que, como Él sabe de mi dificultad para ver bien en la noche, cuando me levanto a orinar, el me enciende la luz cuando abro la puerta del sanitario, y cuando la cierro el vuelve y la apaga...
—En realidad si suena increíble, pero Dios sabe como hace sus cosas —dice el médico mientras lo acompaña a la salida.
Un poco más tarde el facultativo llama a la hija del anciano para reportarle el estado de salud de su padre y le dice:
—Hola señora Rea, la salud física de don Serapio es fantástica, pero me preocupa un poco su estado mental. ¿Es cierto que cuando él se levanta a orinar en las noches, la luz del sanitario se enciende sola cuando entra y así mismo se apaga cuando termina?
—Oh no, por Dios —dice la hija—, ¡¡¡OTRA VEZ SE ESTÁ MEANDO EN EL REFRIGERADOR...!!!
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