EXCESOS DE SEXO, TABACO Y LICOR

    Un borracho oliendo a diablos se sube al autobús y se acomoda al lado de un sacerdote. Saca una botella de licor barato, apura una trago, se limpia la boca con el dorso de la mano, eructa casi en la cara del clérigo, saca un arrugado periódico y se dedica a leerlo.
    El sacerdote ignora por completo al personaje y finge indiferencia. Unos segundos después el borracho mira al cura y llama su atención diciendo:
    —Dígame una cosa padrecito: ¿que causa la artritis?
    —La artritis se causa por llevar una vida profana... —responde el cura en tono sarcástico, y agrega—. Se produce básicamente por los excesos mundanos, como el alcohol, el tabaco, las noches en los prostíbulos, el homosexualismo y todas esas porquerías que acostumbran las personas que están alejadas de Dios...
    —Huyyy... terrible padre... muy terrible —dice el borracho y se vuelve a concentrar en su lectura.
    Pasan unos momentos y el cura se arrepiente de la forma como le había respondido al borrachito, y queriendo enmendar su error le dice:
    —Hijo, no quise ser tan brusco con mi respuesta... discúlpame,  ¿cuanto hace que sufres de artritis?
    —¿Yo? no padre, jamas he sufrido de esa terrible enfermedad; solo estaba leyendo este titular del periódico que dice:  ¡EL CARDENAL PRIMADO DE LA NACIÓN SUFRE DE ARTRITIS...!

Colaboración de  RAMSAL.

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