UNA CLÍNICA EJEMPLAR

    El chiste es de una ancianita que llama a una clínica geriátrica del estado, y luego de un corto saludo pregunta amablemente a la recepcionista:
    —Buenos días señorita ¿sería tan amable de informarme el estado de salud de una paciente?
    —Con mucho gusto —contesta la empleada—: ¿Cual es el nombre de la paciente?
    —El nombre es Rosita Florez y está en la habitación 321... —contesta la anciana.
    —Permitame dos minutos para investigar y darle le informe...
    Pasan un poco más de 3 minutos y la recepcionista toma de nuevo la llamada con la señora y le dice:
    —Señora le tengo muy buenas noticias; la enfermera que está en este momento con ella dice que todos sus signos vitales funcionan de maravilla, que el médico acaba de verla y la encontró tan bien, que piensa darle de alta muy pronto.
    —¡Que felicidad! —dice la anciana— yo estaba muy preocupada. Gracias por las buenas noticias...
    —Es un gusto poderle ayudar... ¿Rosita es su madre? —pregunta finalmente la recepcionista.
    —No, no, no —Responde la anciana—, ¡Rosita soy yo! yo soy la paciente de la habitación 321, lo que pasa es que quería saber como estoy, y como en esa clínica nadie me atiende, ni me ve un médico ni una enfermera, no me dan comida  ni drogas, y como nadie atiende ese timbrecito de mierda que hay en mi cama, decidí venirme para mi casa hace 3 días y ahora llamo para ver si alguien se ha dado cuenta que ¡¡¡YA NO ESTOY ALLÍ...!!!


Chiste de PEDRO CASASLIMA
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