La Gran Aventura de un Jubilado

CHISTES FINOS
     La gente joven me pregunta a menudo qué hago diariamente, ahora que estoy retirado.
     Pues bien, por ejemplo, el otro día fui al centro de la ciudad y entré a una droguería a comprar una gragea para el dolor de cabeza, sin tardar en la gestión ni cinco minutos.
     Cuando salí, un policía estaba rellenando una boleta de multa por estacionamiento prohibido. Rápidamente me acerqué a él y le dije: 

     —¡Señor, por favor, no he tardado ni cinco minutos...! Sería muy humano de su parte si hiciera un pequeño gesto para con un Jubilado....
     No le importaron mis palabras y continuó elaborando la multa.  La verdad es que empecé a exagerar un poco cuando le dije:
     —Señor, usted no tiene alma: usted es un sinvergüenza...!
     Me miró con cinismo y empezó a llenar otra boleta de infracción alegando que, además, el vehículo no traía la calcomanía del año vigente... Entonces levanté la voz para decirle:
     —Usted es un idiota, no entiendo como alguien así de tarado puede ser policía...
     Él acabó con la segunda infracción, la puso debajo del limpiaparabrisas y elaboró una nueva multa por irrespeto a la autoridad... No me amilané y continué vociferando e insultándolo  durante unos 15 minutos; diciéndole de todo: desde tonto hasta h.p.
     El policía a cada insulto mío  respondía con una nueva infracción. Con cada infracción que llenaba, se le dibujaba una sonrisa que reflejaba la satisfacción de la venganza.
     Después de la varias infracciones, me cansé y  le dije: 
     —Bien señor policía, lo tengo que dejar, porque como no tengo auto, debo ir a tomar el metro para irme a casa...  Fue un placer platicar con usted...!


A mi edad, es importante hacer algo  para no aburrirme!!!!
Chistes finos
Chiste enviado por Humor Picante
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1 comentario:

  1. Que buen chiste. Voy a enviarlo a todos los compañeros del geríatrico

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