CHISTES FINOS
En medio de una tormenta, el padre Anselmo y Sor Rita, se encuentran perdidos en el monte, cuando milagrosamente encuentran una pequeña cabaña abandonada en medio de la vegetación.
Luego de dar gracias, entran al pequeño refugio y encuentran que allí hay solo una cama. Luego de una silenciosa pausa el padre Anselmo dice:
—Sor Rita, usted dormirá en la cama, y yo lo haré en el suelo.
A los pocos minutos la monja llama la atención del sacerdote diciendo:
—Padre Anselmo, ¿está usted dormido?
—No hermana, aún no... ¿Que pasa?
—Es que tengo mucho frío... ¿puede usted buscarme otra cobija?
—Con mucho gusto hermana... —Contesta el cura levantándose a complacer a su compañera.
Un poco más tarde la monja vuelve a llamar la atención del cura repitiendo:
Un poco más tarde la monja vuelve a llamar la atención del cura repitiendo:
—Padre Anselmo, ¿está usted dormido?
—Ya estaba quedándome dormido... que le sucede hermana... —contesta el cura entre dientes..
—Es que aún tengo mucho frío... ¿puede usted buscarme otra cobija?
—Si Sor Rita, ya le busco otra cobija....
—Si Sor Rita, ya le busco otra cobija....
El padre se levanta una vez más, y con mucho cariño complace la solicitud de la hermana. Pasa una hora, y de nuevo la monja llama la atención del padre:
—Padre Anselmo, ¿está usted dormido?
—Si, dormía, tenía un hermoso sueño... pero dígame que le ocurre ahora...
—Es que aún tengo mucho frío... no he podido conciliar el sueño... ¿puede usted buscarme otra cobija?
El padre se sienta, pasa sus dedos por entre sus cabellos y dice:
—Hermana, es usted consciente de que aquí estamos los dos completamente solos... ¿verdad?
—Si padre, estamos completamente solos...
—¿Ha pensado que lo que ocurra aquí entre los dos puede ser nuestro secreto?
—Si padre, nadie más lo sabría... —Contesta la monja sintiendo que el rubor enciende sus mejillas.
—Teniendo en cuenta esto... ¿Porqué no hacemos de cuenta que somos pareja... marido y mujer...?
—Si padre, podríamos simular que somos marido y mujer, por esta noche... —dice la monja esbozando una pícara sonrisa.
—Perfecto Sor Rita... —Dice el padre Anselmo, y cambiando el tono de voz agrega:
—¡ENTONCES DEJA YA DE JODER! ¡TE LEVANTAS YÁ! ¡BUSCAS TU COBIJA Y A MI ME DEJAS DORMIR TRANQUILO...!!!