Este es el cuento de Navidad escrito por una mujer feliz... muy feliz.
"La noche del 24 de diciembre me acosté en el piso, sobre la alfombra frente a la chimenea apagada de la sala, y dándole la espalda al árbol de navidad que lanzaba destellos multicolores desde sus luces eléctricas.
La paz y el silencio de aquella noche, hicieron que en poco tiempo entrara en un profundo sueño... de pronto, me desperté sobresaltada por un ruido que provenía de la chimenea, abrí los ojos y vi a un hombre de rojo y barba blanca que sacudía la ceniza de su traje.
Pensé que se trataba de un sueño, pero el hombre de rojo se despojó de sus ropas y luego empezó a desnudarme. Yo estaba muda por la sorpresa, y él sin pronunciar palabra se monto sobre mi, y me hizo suya con tal ímpetu y pasión, como jamás pensé que se podría hacer. ... me sentí volar por todos los cielos enganchada en su trineo... Debí taparme la boca con la borla de su gorra para que mis gritos y gemidos no despertaran a mi marido quien se encontraba dormido en la alcoba.
Cuando terminamos aquel maravilloso viaje, él se colocó de nuevo su traje rojo, y antes que retomara su camino por la chimenea, yo, exhausta, y con voz entrecortada lo despedí diciendo:
"Gracias Santa, te equivocaste pero no importa; gracias....lo que te pedía en mi carta era un VOLVO... V-O-L-V-O...!!!"
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