- Buen día joven, en que le puedo servir...
- Buen día señor... vengo a platicar con usted, de mi relación con su hija Rita...
- Bien, ¿que me quiere decir?
- Deseo comunicarle que su hija y yo hemos decidido unir nuestras vidas en santo matrimonio... - Dijo el joven.
El padre forzó una sonrisa y rascándose la cabeza dijo:
- Bueno, formalizar una relación así, esta bien... pero dígame una cosa: ¿tiene un ingreso suficiente para asumir esa responsabilidad?
- Yo soy un ingeniero, pero actualmente mi salario es bajo. Pero su hija dice que eso no importa, ya que usted tiene una empresa muy próspera, y confiamos en que usted nos pueda aportar una pequeña ayuda para sufragar los gastos menores... Usted sabe; agua, luz teléfonos, mercado...
El padre abrió los ojos sorprendido, pero prefirió seguir preguntando:
- Y... ¿Piensan comprar casa, o apartamento?... o tal vez piensan rentar algo...
- Pues además de la pequeña ayuda de la que le hablé, Rita y yo hemos pensado que su casa es lo bastante amplia como para ser habitada por varias personas, y por lo tanto queremos vivir aquí. De esa manera su hija no tendría que alejarse de ustedes, no dejarían de verla nunca...
El padre, no podía creer lo que estaba escuchando, sin embargo para cerciorarse que era cierto lo que estaba escuchando hizo una pregunta más:
- ¿Tiene coche?
El futuro yerno sonríe y contesta tranquilamente:
- No, no tengo coche. Pero creo que no necesitamos comprar uno, ya que en esta casa hay 2 deportivos y 2 de turismo, además del cadillac familiar. Ustedes nos dejan uno cualquiera, y así no tendremos que hacer esa inversión.
En ese momento llega la madre de la chica y queriendo unirse a la conversación pregunta:
- ¡Se puede saber de que hablan con tanta seriedad?
- Hola mi amor, - responde el marido. - te presento al novio de nuestra hija. Él quiere casarse con Rita... él es ingeniero, pero creo que trabaja como árbitro de fútbol...
Al escuchar lo último el novio se molesta y desconcertado increpa:
- Hola mi amor, - responde el marido. - te presento al novio de nuestra hija. Él quiere casarse con Rita... él es ingeniero, pero creo que trabaja como árbitro de fútbol...
Al escuchar lo último el novio se molesta y desconcertado increpa:
- ¡Oiga! como es eso de que yo soy árbitro...
El padre lo mira con desprecio y le dice tranquilamente:
buen chiste
ResponderEliminarbuen chiste
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