—¡Hey! véndame un condón.
La empleada lo mira despectivamente y dice:
—Señor por favor, sea más decente... más prudente...
Entonces el borracho se baja los pantalones, y mostrando sus atributos sexuales le dice a la empleada:
—Perdone señorita, ¿tiene usted ropita para esta hermosura?
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