—Solo me quedan dos cosas para regalarles: uno es la facultad de orinar de pié...
Entonce Adán interrumpió al creador gritando:
—¡A mí! ¡A mí! Yo quiero ese regalo, por favor dámelo a mí!!!
Eva miró Al Señor y asintió, ya que que esas cosas carecían de importancia para ella.
Entonces esa facultad quedó otorgada a Adán, quien corrió feliz por el bosque orinándose contra los árboles, contra los arbustos, haciendo dibujos con sus orines en la playa, riendo y cantando por todas partes orgulloso de su nueva facultad.
Eva se cansó de mirar al hombre que estaba loco de felicidad, y preguntó al creador:
—Señor, ¿cual es el otro regalo?
—El segundo regalo es el cerebro... y como el hombre ya tiene lo que quería, el cerebro es para ti.
Nota: Puedes enviarlo a las mujeres para que sonrían.....y a los hombres de mentalidad abierta...! |
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