EL GRINGO Y LA LATINA

    Una joven latina pasa por "el hueco" a los Estados Unidos y se consigue un cargo de empleada domestica en la casa de un gringo.

    Debido a la belleza de la joven, el gringo empieza a tratar de seducirla casi desde el principio,  y aprovechando que su esposa sale de vacaciones por una semana, el gringo arremete con todo para conseguir su objetivo. En la primera noche que están solos el gringo va a la cocina, le coge los glúteos y le dice:

    —Marrgarrita, esta noche  puedes ganar un buen dinero extra si pasar  noche en mi alcoba...

    —No señor, no me confunda... además que podría pensar su esposa, si se entera...

   —Trranquila, nadie va a enterar, si tu o yo no decir nada... —dice el gringo mostrándole unos billetes de 50 dolares.

    —Ay... yo no se... —dice la muchacha mirando el dinero, y agrega—, mejor hablemos mañana en la mañana ¿si mister?

    —¿Y porrqué carrajos no hacerlo ahorra?  —pregunta el gringo un poco molesto.

    —Lo que ocurre mister, es que yo tengo una condición para hacerlo, y es mejor hacerlo mañana con tiempo.

    —Ok, ok... como tu digas, mañana hablamos... —dice el gringo y se retira del mal genio.

    Al siguiente día el gringo tan pronto ve a la empleada le dice:

    —Ok... ya ser mañana... cual ser condición...?

    —Además de los dolares que me va a regalar, necesito que me traiga un papel que certifique que usted no tiene SIDA...

    Para el gringo pudieron más las ganas que le tenía a la muchacha, que la tremenda exigencia del certificado. Pero como el sabía que no estaba contagiado, salió rápidamente a conseguir el papelito.

    Tan pronto llegó con el certificado médico, se lo entregó diciendo:

    —Vamos ya parra el cama, que si gustarme, esta noche te darre más dinerro...

    —Bueno mister, yo no se leer...  pero me imagino que aquí dice que todo está bien... deme el dinero y vamos...

    Estuvieron en la alcoba por más de una hora, y al terminar el gringo se tira de espaldas mirando al techo y suspirando dice:

    —Siendo tu una ignorrante, también ser mucho inteligente, y saber cuidar tu salud... 

    —Eso si mister, porque a mi... ¡¡¡EL SIDA NO ME LO PEGAN DOS VECES...!!! 

 

Colaboración de Luisa

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