Chiste de Ramsal
Se encontraba Cupido tocando el arpa en una nube, y un angelito novato se acerca a hacerle compañía y le dice:
—Hola yo soy un Ángel de la guarda y tú, ¿quien eres?
—Yo soy Cupido, y mi labor es hacer que las parejas se enamoren y marquen la historia.
—Ah, que interesante —dice el ángel novato— Me imagino que tienes muchas historias que contar.
—Así es, yo soy el gestor de las más famosas historias de amor en la tierra como por ejemplo: Marco Antonio y Cleopatra, que fue un amor sublime aunque tormentoso; Romeo y Julieta, que fue un amor tan ciego que no supo identificar la muerte; Abelardo y Eloisa, que muestra como un hombre puede perder las bolas por una mujer; Batman y Robin, que fue un amor que nunca salió del closet...
—Que bonito —interrumpe el joven angelito—, pero ¿para que sirve esa historia?
—Esa historia sirve para que otros humanos sigan amando de la forma como lo han hecho los famosos y sigan su ejemplo...
—Oye Cupido —interrumpe de nuevo el angelito—; mira allá abajo, en la tierra ¿que es lo que está haciendo ese hombre con ese animalito cuadrúpedo?
—Ah, esa es otra historia; resulta que un día me levanté a trabajar después de una noche de copas, tenía sed y bajé a tomar agua en el río. Allí había un hombre solitario y triste, así que lo fleché, mire al rededor para flecharle una pareja; por el camino descendía una mujer cabalgando una burra, y te juro que yo le apunté a la mujer, ¡¡¡PERO LE DÍ A LA BURRA!!! ... y desde entonces...
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