—Doctor, mi problema es que cuando me desnudo y me miro en el espejo, mis pezones se ponen erectos... rígidos...
—Bien, veamos; desnúdese por favor —solicita el médico.
La mujer obedece, y al quitarse el sujetador y dejar libres sus hermosos pechos, los pezones se le ponen rígidos, apuntando directamente a la cara del facultativo.
El médico se queda observando atentamente, se acomoda las gafas y se acerca un poco más. Al ver la cara de asombro del profesional, la mujer angustiada le pregunta:
—Doctor, ¿es muy grave mi enfermedad?
El médico acariciándose sus genitales le responde:
—No, no creo que sea grave, ¡¡¡PERO SI ES MUY CONTAGIOSO...!!!
Otra colaboración de GARLAUSKAS
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