—Puedo apostar en que en pocos minutos va a aparecer un viejito curioso que nos va a preguntar que estamos vendiendo.
No terminaba de decirlo cuando un anciano jubilado pega su rostro contra el vidrio para observar, y pregunta:
—¡Oiga! ¿qué están vendiendo aquí?
Los dos hombres se ríen y uno de ellos sarcásticamente contesta:
—Estamos vendiendo idiotas....!
El anciano los mira sin inmutarse, sonríe dulcemente y dice:
—¡Huy!... pero les va muy bien... ¡¡¡ya no les quedan sino dos para vender...!!!
Chiste enviado por ELIZABETH.
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