- Pero como es posible que le permitan subir con un perro y además que tenga su propio asiento... ?
- Señor, somos policías -contesta el otro- y además Rex (ese es el nombre de mi perro) no es un perro cualquiera; "el inspector Rex" es el mejor perro rastreador del cuerpo policial, y estamos aquí en una misión especial.
Cuando están en la mitad del viaje, Rex salta de su asiento y hace una pequeña ronda por el avión; se detiene frente a una dama durante unos segundos, luego regresa con su amo, y con su pata le da tres golpecitos en la rodilla. El hombre se voltea hacia el pasajero y le dice:
- ¿Se da cuenta? Rex encontró marihuana en el maletín de mano de esa mujer...
- ¡ Fantástico! -exclamó el pasajero-.
A los pocos minutos el perro sale a hacer una segunda ronda, se detiene frente a un hombre barbado durante unos segundos, luego regresa con su amo, y con su pata le da cuatro golpecitos en la rodilla. Nuevamente el hombre se voltea hacia el pasajero y le dice:
- Ese hombre de la barba trasporta heroína en su ropa interior...
- Que perro tan inteligente...-Comenta el pasajero-.
Sale Rex a hacer su tercera ronda, entra al servicio sanitario, y regresa rápidamente a su puesto, se orina en las piernas del sorprendido pasajero, defeca debajo del asiento, se sube tembloroso al asiento, y se vomita...
- Que porquería, que inmundicia -dice el pasajero- como es posible que un perro tan bien entrenado pueda hacer eso... ¿que pasa?
El agente sudoroso, nervioso, y con palabras entrecortadas responde:
- Es que... REX ACABA DE ENCONTRAR UN BOMBA Y ESTÁ ACTIVADA...!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario