Todo el público huye a la carrera para ponerse a salvo, cuando de pronto una mujer mira hacia atrás, y ve al pobre hombre de la silla empujando las ruedas con todas sus fuerzas, pero los leones ya casi lo alcanzan. La mujer se compadece del parapléjico y grita pidiendo ayuda:
- ¡El parapléjico! ¡El parapléjicoooooo!!!!!
El público que estaba adelante, se contagia de la angustia de la dama y todos empiezan a vociferar desesperadamente:
- ¡El parapléjico! ¡El parapléjico! ¡El parapléjicoooooo!!!!!
El lisiado continúa impulsando su silla de rueda con todas sus fuerzas, mira a los leones que ya se le vienen encima, escucha al público que continúa gritando "el parapléjicooo", los mira con odio y les grita:
- ¡NO SEAN INFELICES!!!... ¡DEJEN QUE LOS LEONES ESCOJAN AL QUIERAN...!!!!
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